lunes, 30 de julio de 2012

CUENTA REGRESIVA PARA LA INAUGURACION DE LA PLANTA SAN FELIPE


Las obras para poner en operaciones a la mega planta de tratamiento de efluentes cloacales de San Miguel de Tucumán entraron en cuenta regresiva.  
En últimos meses el establecimiento fue supervisado y recorrido por especialistas en medio ambiente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA), a fin de constatar la correcta instalación de los equipos y ejecución de la estructura.



Actualmente se encuentran trabajando más de 500 personas en esta obra que cuenta con un avance del 85%.  “Toda la estructura de hormigón está terminada y se ha probado la estanqueidad de los receptáculos. Ahora se están colocando los equipos electromecánicos que son de ultima generación e importados desde Europa”, aseguró Alfredo Calvo, presidente de Sociedad Aguas del Tucumán.

 El desafío que enfrenta Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) consiste en abastecer con servicio de agua potable y cloacas a San Miguel de Tucumán y alrededores, ante el significativo crecimiento demográfico.

Al inicio de esta gestión en el 2004, innumerables vuelcos en la vía pública evidenciaban  insuficiencia de infraestructura en el sistema cloacal.
Para resolver este problema, se planteó el proyecto de los grandes colectores (para líquidos cloacales), que fue el puntapié inicial para el debut ante el Banco Mundial en la búsqueda del financiamiento.

Con los 27 km. de colectores terminados, se hizo indispensable la construcción o el adecuamiento de una planta de tratamiento de líquidos cloacales, proyecto que fue incluido en el Programa Norte Grande con el financiamiento del BID.
En consecuencia se proyectó la planta de tratamiento de efluentes de San Felipe, ubicada en calle Pérez Palavecino tercera cuadra, con una inversión de 178 millones de pesos.  
  
La planta de San Felipe es la más grande que se está construyendo actualmente en el país, con tecnología de última generación, en un predio de 17 hectáreas. Cubrirá las necesidades de 600 mil habitantes con tratamiento primario y secundario, y se proyecta para otros 200 mil, duplicándose así la capacidad de tratamiento original. Mientras que la planta mayor que está haciendo AYSA (Agua y Saneamientos Argentinos) abarca a sólo 300 mil habitantes. 

“Hoy el crecimiento poblacional exige una planta de la envergadura como la que se construye, por dos razones una, por la capacidad de habitantes con nuevos servicios y por la calidad del líquido tratado que vuelve al Río Salí, menos contaminación ambiental, reafirmando así nuestro compromiso con la sociedad y el medio ambiente”, afirmó el directivo de la compañía.

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